Para realizar la renovación decidí usar los servicios del Banco de Costa Rica y denominado BCR CITAS. En este servicio se puede sacar licencia de conducir por primera vez, renovarla, sacar pasaportes, también renovarlos y esta disponible en muchas oficinas de este banco a lo largo y ancho del territorio nacional. No en todas pero si en una gran mayoría que abarcan casi todo nuestro país.La cita se puede solicitar por dos formas. La primera es mediante su página Web aquí. La segunda es vía telefónica al número “gratuito” 800-BCR-CITAS o 800-2272482. ¿Por qué estoy escribiendo gratuito entre comillas? Por una sencilla razón, es que el cliente puede realizar la llamada y esta no será cargada en la factura de la operadora telefónica de realizarse desde una teléfono con plan, de realizarse desde un teléfono pre-pago tampoco reducirá saldo. En la página Web, así como en los banners publicitarios dicen que es número gratuito, pero en la realidad este servicio tiene un costo operativo de $7 que se le cobrará al cliente el día de la cita. Entonces no es gratuito lo cual me parece en mi opinión un engaño al consumidor.
El día que realice la cita al llamar a la central telefónica y luego de pasar por su clásico menú, me encontré con la voz de una mujer muy atenta, amable que rápidamente con mucho respeto y profesionalismo me atendió, brindo las opciones más cercanas disponibles para la cita, por supuesto los días disponibles y las horas. Así que una vez escogido fecha y lugar se acabó la llamada.
Voy a destacar que solo por molestar y para experimentar la reacción hice cambiar la cita de una semana para la otra. No hubo novedad y se hizo sin ningún problema. Esto lo hice adrede solo para saber si incurría en alguna molestia para los operadores, pero esta vez la voz del hombre resolvió mi solicitud de igual forma a como lo hizo la mujer de la vez anterior. Un 10 para este servicio al cliente de su central telefónica.
El día previo a la cita recibí un SMS recordatorio, este decía que al día siguiente tenía una cita lo cual me agrado mucho porque existimos muchas personas que entre ocupación y ocupación muchas veces olvidamos los tramites.
Ok, con mi hora de cita lista, mi dictamen médico listo, dinero en mi bolsillo, procedí trasladarme a la agencia bancaria para renovar mi licencia. La hora fue a las 3 de la tarde y tenía que estar 15 minutos antes. Así lo hice. A las 2 y 40 estaba haciendo ingreso a la agencia del Banco de Costa Rica.
Como siempre el oficial de seguridad ejecuta su protocolo de revisión antes de hacer ingreso y amablemente me consulto cual sería el trámite a lo que respondí con “una cita para renovación de licencia de conducir”, reviso en bitácora el nombre correspondiente y me dijo tome asiento que lo llamaran en unos minutos.
Sentado muy cómodamente en la agencia bancaria me hizo ingreso un SMS de un amigo y a sabiendas que estando en el banco me podían llamar por teléfono decidí apagarlo. Estaba el teléfono diciendo apagado cuando un oficial de seguridad bancaria se me presento a mi lado para indicarme que no podía hacer uso del dispositivo a lo cual le manifesté que eso lo tenía muy claro y que lo estaba apagando. El oficial se retiró de inmediato y no paso a más.
Mi tiempo de espera lo pase viendo el monitor de información de la agencia bancaria que llama por número a cada persona. También viendo el estado general de la agencia, el aire acondicionado en un punto fresco sin llegar a sentirse totalmente frio. Los funcionarios bancarios ese día vestían una camisa tipo polo de cuello y de color blanca que a las mujeres les hacía resaltar su figura femenina y a los hombres su cuello les hacía lucir muy varoniles.
La agencia lucia muy limpia, los cubículos de atención algunos con muchas cosas en ellos que denotaban desorden, comprensible hasta cierto punto pero que se ve muy mal en agencias donde muchas personas ingresan. Un cubículo presentaba una lámpara desprendida del cielo raso que fue lo único que vi en su infraestructura que se veía muy mal. Se puede dar mantenimiento y reparar con rapidez ese tipo de daños. El baño para el público de ambos sexos estaba completamente limpio y con buen olor y en la agencia bancaria también disponía de un dispensador de agua fría y caliente para el público. Esto me pareció muy bien porque ya en otra agencia del mismo Banco de Costa Rica me topé con que no existía nada para tomar agua y en esa oportunidad me mandaron al baño lo cual es anti higiénico y me dejo sumamente incomodo con el servicio de dicha agencia bancaria.
Algo que también me llamo mucho mi atención en los minutos de espera, fue que logre observar una joven que cargaba un bebe en brazos, esta hizo ingreso y saludo a los dos oficiales de seguridad bancaria que se encontraban en la puerta principal, ambos no la revisaron e hizo ingreso, esto violó sus protocolos de seguridad a criterio mío. Luego otra persona adentro de la agencia empezó a hablar con la joven y hasta le cuido al bebe mientras esta ingresaba por una puerta que decía “prohibido el ingreso, solo personal autorizado”. Una vez adentro vi como lo joven pasó de cubículo en cubículo saludando de beso en la mejilla a prácticamente todo el personal de la agencia. Desconozco quién era la joven, pero el hacer perder tiempo a los funcionarios bancarios resta tiempo de efectividad en el trato a los clientes.
Al ser las 3 de la tarde en mi reloj se retiró la persona que me antecedía y me llamaron para ser atendido un minuto después. Eso me hizo reflexionar que si así se trabajará en todos las instituciones del estado de nuestro país, Costa Rica seria el país más desarrollado de Centro América. El trámite de renovación de licencia tardo unos 12 minutos y la joven que me atendió se portó amable y respetuosa. El costo del servicio fue de 10 mil colones más los $7 pagaderos en colones al tipo de cambio actual.
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